Föllakzoid | 2015 | III

Space | Krautrock
Info | Compra | Escucha
Enlace | mp3 | 320 Kbps

Diego Lorca, Domingo García-Huidobro, Juan Pablo Rodríguez y Atom™ (sintetizador)
En III Föllakzoid dieron el paso preciso en su trayectoria. Se desligaron de la mecánica kraut-motorik a la que se habían acostumbrado demasiado -a veces a costa de sonar forzados- y atreviéndose a cambiar su sonido, se aventuraron libremente hacia una psicodelia sin cánones y sin formas definidas. Y lo que lograron es difícil de transmitir en palabras. Sí, sigue siendo cósmico y espacial, pero el lenguaje claramente dejó de ser kraut o, incluso, de ser rock. Es hipnótico y meditativo en un sentido primario, casi como un mantra o la música tribal, y extrañamente -y tal vez por el mismo motivo- en su minimalismo monolítico también tiene algo de electronica, de microhouse. Es un verdadero ritual sónico que conjuga esta vocación por la construcción en base a la repetición con una emotividad increíble en su sonido, una sensibilidad musical hermosa que destaca, sobre todo, en la segunda mitad del disco.
Las atmósferas que se logran en cada canción con el paulatino y sutil desarrollo sobre las sencillas líneas melódicas iniciales son bellísimas, delicadas y, a la vez, de una psicodelia pura, liberada de cualquier clave estilística en particular, lo que nutre a su sonido de una honestidad y una humanidad inéditas en la discografía de Föllakzoid. En este sentido, más que ser un factor negativo, la larga extensión de las canciones es un componente que la banda usa a su favor con genialidad, al contribuir a que el momentum no se pierda en ningún momento del álbum. Y por lo mismo, III no necesita más que cuatro piezas para ser perfecto.
Hasta ahora III es, por lejos, el mejor álbum del año, y lo atractivo de su sonido y los nuevos colores que surgen en él en cada escucha me hacen pensar que conservará ese sitial. Aunque la reciente escena neo-psicodélica chilena adolece de una falta de discurso crítica en un país como Chile, álbumes como III dan cuenta de que la profundidad ha encontrado otras vías por las cuales expresarse y que, a fin de cuentas, también puede haber esperanza en estos nuevos sonidos. Con discos tan perfectos como este, cabe esa esperanza. -IMF

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