Electric Wizard | 2014 | Time to Die

Psychedelic | Stoner | Doom Metal
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Enlace | mp3 | 320 Kbps

Jus Oborn (voz, guitarra y bajo), Liz Buckingham (guitarra) y Mark Greening (batería y órgano)
Time to Die significó para Electric Wizard no sólo el (efímero) regreso de Mark Greening a la alineación de la banda, sino también el retorno a su sonido más pesado. En este sentido, recordemos que Witchcult Today y Black Masses habían reflejado una deriva sónica en que el stoner/doom psicodélico de los ingleses, prácticamente una marca registrada de su propiedad, fue suavizado en pos de un sonido más añejo y retro. Time to Die presenta, entonces, la irrupción de una renovada misantropía teñida por densidades psicodélicas e hipnóticas muy en línea con el camino que la banda de Dorset había venido trazando hasta We Live, de 2004.
Sin embargo, a diferencia de sus trabajos previos en esa veta, Time to Die es un álbum menos digerible y que requiere varias escuchas para revelar su valor, lo cual tiene que ver, sin duda, con su cariz eminentemente depresivo. En efecto, si en discos como Dopethrone la misantropía narcótica de Electric Wizard se traducía en un fervor destructivo (ver, por ejemplo, las letras de "Funeralopolis" o "We Hate You"), aquí se manifiesta en impulsos autodestructivos ("I wanna get high before I die, I wanna die...." canta Jus Oborn en "Incense for the Dead", o "I am nothing, I mean nothing" en "I am Nothing") que le exigen al oyente un cierto estado de ánimo para disfrutar verdaderamente el álbum.
Hecha esa salvedad, se trata de una placa poderosa cuyo sonido y trabajo compositivo dan cuenta de un necesario proceso de renovación de la energía de la banda, toda vez que sus últimos esfuerzos de estudio –en particular, el EP Legalise Drugs & Murder, de 2012– reflejaban un agotamiento crítico de la fórmula de los ingleses. Y posiblemente buena parte de esa nueva energía surgió del caos: la partida de Glenn Charman y Simon Poole y el turbulento retorno de Mark Greening. Las fuerzas corrosivas del conflicto en el seno de la banda –Greening se marcharía tras el lanzamiento de Time to Die– de seguro nutrieron el desgarrado proceso creativo detrás de este álbum y lo dotaron de una genialidad que hace más de un lustro no asomaba en Electric Wizard. Y ahora, a ver qué depara el futuro de "la banda más pesada del universo". -IMF

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