Snakes Don't Belong in Alaska | 2024 | Navegando al paraiso

Psychedelic Rock | Post-Rock
Compra | Descarga | Escucha

Tom Astley (guitarras y trompeta), Aaron Bertram (bajo, sintetizador, órgano, y dizi) y Alex Johnston (batería y percusión adicional)
Navegando al paraiso [sic] es el primero de dos álbumes publicados este año por el prolífico trío inglés Snakes Don't Belong in Alaska, actualmente integrado por Tom Astley, Aaron Bertram y Alex Johnston. El material que la banda presenta en este nuevo lanzamiento tiene sus cimientos, sin duda, en el rock psicodélico que los ingleses han venido cultivando hasta ahora, con su habitual espíritu de improvisación y los tonos lisérgicos de siempre. Sin embargo, el trío modula aquí su sonido encaminándolo a una variante mucho más sosegada y apacible, en que la intensidad de antaño aparece traducida en líneas melódicas realmente gloriosas y en el uso de la repetición como herramienta de catarsis, echando mano a elementos del post-rock y el drone. En ese sentido, es un trabajo que suena muchísimo más maduro y que se atreve a construir atmósferas que toman más tiempo y que, por lo mismo, obligan a la banda a adoptar un temple más meditativo y paciente. Este sonido le viene muy bien a Snakes Don't Belong in Alaska, no tanto porque represente un respiro de un estilo musical que a veces tiende al agotamiento creativo (me refiero a la escuela de las jam bands), sino porque realmente supieron sacarle provecho a esta fórmula Navegando al paraiso.
Creo que el disco adolece de sólo dos pasos en falso. El primero es que "First Breath of Paradise", la canción que abre el álbum, se vuelve demasiado extensa como introducción, y más allá de ese rol no es mucho lo que aporta al relato sonoro. El segundo paso en falso es el sample del psiconauta estadounidense Terence McKenna que utilizan en "My Void is Full of Colour", la canción que cierra el disco, y que es además la más bella de las cuatro que lo componen. El sample sólo distrae y, aunque no llega a arruinarla, merma un poco la belleza de esta pieza.
Más allá de eso, creo que los ingleses lograron en Navegando al paraiso un álbum sólido y que definitivamente sobresale en su discografía, con instantes de calidez acogedora y delicada belleza compositiva. Estos nuevos aires le vienen muy bien a Snakes Don't Belong in Alaska. -IMF

No hay comentarios:

Publicar un comentario